En el barrio de la UVA de Hortaleza, que la administración incumpla sus compromisos no resulta ninguna novedad. Al contrario, es la rutina. De las 1.104 familias que fueron a vivir allí en 1963, con la promesa de ser una “solución temporal” de vivienda, cinco décadas después sólo 598 han sido realojadas. Muchos han muerto en la espera, y otros permanecen en los barracones aguardando una mudanza que nunca llega.

A principios de 2013, y tras innumerables retrasos, concluyó la construcción de tres nuevos bloques de viviendas para realojar a 108 familias. El cuatro edificio proyectado, sin embargo, sigue siendo un solar: la constructora Vías Construcciones, filial del grupo ACS de Florentino Pérez, se marchó sin levantarlo porque al excavar se encontró con el túnel del metro.

Casi tres años después, los tres bloques todavía no han sido ocupados por sus nuevos inquilinos, la mayoría ancianos. Durante este tiempo, el IVIMA (organismo de la vivienda pública de la Comunidad de Madrid) ha ido dando largas a los vecinos.

La urbanización de las calles de acceso, la instalación de suministros y la solicitud de la licencia de primera ocupación han demorado las mudanzas durante meses. El pasado mes de febrero, el entonces consejero de Vivienda de la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero, entregó simbólicamente las llaves de las nuevas viviendas a los adjudicatarios prometiendo que las estrenarían a lo largo de la primavera. Ahora que llega el invierno, los pisos siguen vacíos.

OBRAS PARADAS

Fuentes del IVIMA aseguran ahora que las mudanzas se producirán definitivamente a lo largo del próximo mes de enero. La asociación vecinal UVA de Hortaleza confirma que los adjudicatarios de pisos han firmado los nuevos contratos durante las últimas semanas.

En cualquier caso, tras esta fase de realojo todavía quedarán decenas de viviendas nuevas por construir. En octubre, la Comunidad de Madrid anunció una partida presupuestaria de casi un millón de euros para realizar en la UVA trabajos de urbanización previos a la construcción de nuevos bloques. Las obras comenzaron pero, según denuncian los vecinos del barrio, solo un mes después se han paralizado. La historia se repite.

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